17 de abril de 2008

La anticoncepción es inmoral o es un negocio?

Acciones en Chile por el derecho a decidir.
En Chile aun los medicamentos esenciales son productos de consumo y lucro para las farmacias.

A fines de abril, se prohibirá la entrega gratuita de la píldora del día después en la red de salud pública en Chile. El Tribunal Constitucional ha acogido la solicitud de un grupo de parlamentarios de derecha, que pretenden terminar con la aplicación de las Normas de Regulación de Fertilidad del gobierno de Michelle Bachelet. Tal normativa es implementada desde el año 2006 y llega a todo el país y a todas las mujeres desde los 14 años, en especial de sectores populares y zonas rurales. Consiste en la entrega de orientación médica y de métodos anticonceptivos de emergencia, contraceptivos y condones de manera gratuita a mujeres y adolescentes, sin necesidad de permiso del padre o la madre.
El Tribunal habría resuelto incluso restringir el uso de los dispositivos intrauterinos, la llamada T de cobre, y una lista de anticonceptivos que contienen el compuesto levonorgestrel, por considerarlos abortivos. El recurso de la derecha también reclamaba como inconstitucional orientar a las jovenes en materia de anticoncepción por atentar contra la familia y el derecho de los padres a educar a sus hijas.

Sin embargo y frente a la presión ciudadana, pública y política, el Tribunal acogió sólo la petición de prohibir la píldora de emergencia en centros de salud pública, pero contradictoriamente señala que no se referirá a su comercialización en el mercado!. Es decir, que las farmacias la vendan al precio que estimen no es inconstitucional. De esta forma, las cadenas farmacéuticas al tanto del fallo, han subido los precios de los anticonceptivos comunes hasta en un 50%. Ya son millares las mujeres chilenas que han quedado atadas de manos al ver el costo del anticonceptivo que no pueden dejar de tomar sin riesgo de embarazar. Por lo visto para el Tribunal, este negocio no es inmoral.
El veredicto será de última instancia. Después del él no hay posibilidad de apelación y condenará a millones de mujeres y adolescentes chilenas que por supervivencia necesitan controlar su fecundidad. Mujeres que no tienen más recursos, que no quieren abortar de manera clandestina e insalubre, pero tampoco quieren hijos o más hijos, porque en condiciones más difíciles no pueden vivir. De paso se hace caso omiso de los tratados internacionales de los que Chile hace parte en materia de superación de la pobreza. En Chile se volverá a la situación anterior al año 2006, cuando ya no la derecha, sino el mismo presidente Ricardo Lagos impidió la liberalización de la píldora en los sectores populares del país.
El gobierno de la presidenta tampoco debería intervenir el negocio millonario de la anticoncepción por parte de las farmacias, pues el alza de los precios no es una infracción en el sistema de libre mercado que ha prometido no alterar. Así, las propuestas de igualdad de Bachellet se pierden en el amarre político y económico que su antecesores han legado. El año 2005, Ricardo Lagos tras estampar su firma, refrendando la Constitución política del país hecha por el dictador, legitimó a este Tribunal altamente político, conservador e inquisitorio. Y que ahora actúa como un todopoderoso que decide sobre nuestro cuerpo, que no parece nuestro.
Para ver
Abril, 2008.

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