9 de febrero de 2008

Lo obvio, ¿o no?

Obviamente que estudiar un doctorado en género no puede tener otro sentido que aprender algo sobre el "género", el resto, es parte de aquello que nos propone la academia discursivamente. Pero también es verdad que todas las que de alguna manera nos acercamos al tema bajo el presupuesto de que nos antecede la masculinidad, el ser hombres -y que ya es mucho decir-, y que de alguna manera nos hace pertenecer a la parte que aplica el sistema hegemónico, somos automáticamente sospechosos, cuando menos tratados de infiltrados... Y, sin embargo, lo principal que estoy aprendiendo en este doctorado es, por un lado, que las mujeres se encuentran en una posición muy crítica, pero también que participan de un cierto grado de perdida del referente, más a más, porque mucho de lo que dicen se extravía en el mundo de las discusiones académicas; y, segundo, que unos cursos como estos tendrían que ser obligatorios, el formato habría que discutirlo, para todos los académicos, en masculino, que quieran dar clase en la universidad -cuando menos, pues yo lo daría como una asignatura obligatoria en el bachiller-, pues en el fondo sólo proponiendo una lucha frontal y racionalista con los dispositivos de administración del poder se puede conseguir cambios significativos.

2 comentarios:

Edurne dijo...

Abri el blog, empece a leer y me encandilo lo lindo de lo escrito no so lo en el fondo sino en la forma. Buena idea esta la de generarnos un espacio para permitirnos pensar en voz alta.

Anónimo dijo...

Entonces José Luis, no eras un infiltrado!?, jí.
Y si al final para crear un mundo antisexista resultaba mejor liberar a los hombres de su masculinidad?, Al menos nosotras tenemos a uno en el curso dispuesto o en eso ya... Sería buena tener una conversa en el curso al respecto. Qué dices José Luis?.
Lilian.